7 de marzo de 2011

Ya frenará

Imagina la siguiente escena. Vas en tu coche y te estás aproximando a un paso de cebra. Miras por los espejos, reduces la velocidad, inspeccionas el entorno y te dispones a atravesarlo cuando ¡Zas! Un gilipollas aparece de la nada y te obliga a frenar bruscamente.

—Hijoputa— piensas.

Esta escena es real, y en los últimos tiempos se me presenta más a menudo de lo que desearía. Cada vez que cojo el coche y atravieso entornos urbanos apretados de vehículos y peatones extremo las precauciones todo lo posible, como debe ser.

No obstante, creo que debemos exigir las mismas precauciones al peatón que cruza una calle por mucho paso de cebra que utilice. A todos ellos les diría que sí, que están en su derecho, que los vehículos estamos obligados a frenar y que la ley siempre ampara al transeunte en tales circunstancias. Pero una cosa es cruzar con cuidado, y otra ganar un juicio porque te han atropellado.

Yo seré precavido, peatón. Espero que tú también.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

}}}' type='text/javascript'/>